El mundo está ahí afuera,
pensamos,
todavía la oscuridad
de los derrumbes
no detiene
el ritmo luminoso
de lo cotidiano simple
alternancia de colores
y alimentos.
El mal extirpa al mal
únicamente
pero la gracia no
nos será concedida.
De todas estas fuerzas,
ninguna nos pertenece,
aunque todas nos atraviesen.
No obedecemos más que a los cauces
relativos de nuestra simpleza.
Vivir nunca fue más
que dibujar orillas
límites
fronteras para alejar
el mal
el ardor
la oscura pureza
que doblega.
Dejemos que se abra
el cuerpo
aunque el tiempo ha terminado
y sólo queda la memoria envuelta
sobre sí misma.
No nos pertenece nada más
que el instante en el que empezamos
a desconocernos:
no somos
no seremos
otra cosa que la excusa
cálida y sombría
de todo lo que contuvo
nuestro nombre.
Valeria Canelas (La Paz, 1984). Licenciada en Historia. Máster en Literatura Hispanoamericana y en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. Actualmente se encuentra realizando una tesis doctoral sobre la relación entre lo animal y lo humano en la literatura latinoamericana contemporánea. Reseñas y artículos suyos han aparecido en diversas revistas. Como poeta, textos suyos han aparecido en antologías y revistas, tanto en España como en Bolivia. Su primer libro, Maquinería (Ravenswood Books, 2016) fue finalista del premio Gerardo Diego de poesía para autores nóveles de la Diputación de Soria y ha sido recientemente reeditado en Bolivia en la editorial 3600. Reside en Jerez de la Frontera, Cádiz, España.
¡me gusto!
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